ya no creo en el peso de mis palabras
ni en el valor de mi voz.
ni en el valor de mi voz.
esto es lo que dejaste.
los escombros de una persona que solía creer
que sus palabras tenían peso,
que su lealtad era real.
los restos de alguien que se enorgullecía
en el valor y calidad de sus vínculos.
es como si hubiese engañado al destino,
quien terminó jugándome una mala pasada,
haciéndome creer que merecía mas de lo que tenía.