jueves, 26 de julio de 2012

No puedo callarme la boca II

Explorando este mundo de doble moralidades en este estado místico noctámbulo en el que me encuentro ahora, me gustaría examinar las "dobles morales" con ustedes (mis pocos pocos y fieles lectores) o, mejor dicho, "los temas tabúes" y la marginación con respecto a aquellas personas que carecen de límites morales, como yo.
El humor negro es universo paralelo y bastante desconocido para el ser humano tipo, es una cuarta dimensión en la cual la persona se aleja de sus prejuicios y se deja ser (incluyendo todos los pensamientos turbios y chistes negros que puede crear). Ante estas personas, está una horda de doble moralistas que sí pueden decirle "gorda" a una niñita de 15 años que luego vomitará su almuerzo o directamente lo omitirá, que sí puede decirle "marica" despectivamente a una persona homosexual, pero que no puede tolerar un chiste al respecto de temas como Sida o Cáncer (cualquier situación similar a la realidad es mera coincidencia).
Ojo, no os confundais mis queridos: no juzgo al moralista hecho y derecho, que defiende desde la generalidad de la causa y se simpatiza con el sentimiento ajeno (gramo de moralista que no está en mí y creo extinto en gran parte, porque a lo largo de mi vida nadie se simpatizó con ningún tipo de dolor mío ni ajeno, porque el ser humano es egoísta y solo se creé moralista puro con aquellas cosas que socialmente no están aceptadas, porque el moralista de hoy en día es un moralista en masa), que existe en una mínima cantidad, cuya opinión respeto y mis disculpas son presentadas cuando ofendo.

Volviendo al tema, el doble moralista es una casta social bastante amplia, compuesta por gente no tan de bien y no tan brillante, que cree que seguir las pautas morales sociales está bien, y que firmemente se siente con el derecho y deber de juzgar al otro respecto a su mente y a sus pensamientos. Sin ver el trasfondo, desde la ignorancia y la furia de la necedad. 


Y todos se preguntarán, ¿Por qué?

Porque es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.

A todos ellos --> 






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