Fluorescencia

Ya no entiendo que busco, si te busco o me busco. Nos busco? No. Ya no.

Ya no siento nada, costó.. mierda que costó, pero solo siento esa felicidad casi bondadosa al pensar en vos y todo. No te extraño al punto de ponerme a llorar y necesitarte acá, aunque fantasee con tenerte cerca y reírnos no creo seguir enamorada, eso sí, siempre me vas a importar.. pero ya no desde el mismo punto, de la misma manera. Fuiste importante, sos importante, pero hasta ahí no más. Sé que el invierno no será bondadoso conmigo, que nevará en mi corazón y yo estaré sin abrigo, pero sin embargo sé que voy a estar bien porque algún día lo bueno va a venir, solo tengo que vivir.

Quizás nunca te habrás dado cuenta, pero hablo mucho de vivir, de sentir, de todo lo que tiene que ver con sensaciones, con brillo, luz, libertad. Es todo lo que siempre te quise mostrar que intentaba hacer, vivir. Pero de alguna forma era lo único que no hacía. Me gusta sentir que hago un cambio, que soy alguien imponente.. aunque marque la misma diferencia que marca la existencia de una ameba.

Eso te quería mostrar, que quería ser un cambio en una vida, una persona.. no llamar la atención. No sé si hago algo bien, probablemente la única forma de hacer todo bien es no pensarlo.. y mas vale que es por eso que hago las cosas mal. Pero lo intento, no me quedo a mirar. Caigo, me levanto. Y eso era lo que quería que vieras.

No hay mucho más. Te amo.

"-Quiero irme, prefiero irme.
No sé si entendió algo de lo que dije porque estaba bastante dormido. Le pedí que me acompañase hasta mi auto y lo hizo. Le di un beso y un abrazo. “Manejá despacio que despacio se llega”. Eso fue lo último que escuché de él. Me fui. Increíblemente quise irme. En otro momento de mi vida me hubiera quedado años esperando a que se durmiera, acariciándolo o viéndolo ser. Esa noche no quería. Simplemente necesitaba estar conmigo, sabía que algo se había roto, que yo había cambiado. Haber estado escribiendo sus maldades me había hecho recordar, me había hecho tomar consciencia. Soy consciente por fin del mal que me infligió durante ocho años. Soy consciente y sin embargo aquí estoy escribiendo acerca de aquel hombre. Aún tiemblo cuando me toca, aún merezco parte de su amor, parte de su sexo. Aún soy parte de él y aún él es parte mía. Sos parte de mí y sin embargo ya no te quiero."

Cielo Lantini - Abzurdah