Todo comienza con un ping pong de preguntas por chat, una histeriqueada, un café, un poco más y pareciera que se acerca la guillotina a tu cuello, es el momento de ser grande y no tener miedo. De entregar algo que no sabes que es, pero que todos quieren. No. No quiero, a mí no.
Dejar el alma y dar todo lo que nos queda para recibir un feedback como la gente. No. Nadie comete sacrificios por amor. Ya no. Todo es fácil, todo es gratis, ya no existe el amor. No. No quiero. No quiero perder todo y no obtener nada, no quiero lecciones que aprender cuando ya las sé. No.
Quiero decir cosas estúpidas y recibir atención, no me importa si digo algo importante y me felicitan, no me interesa. Quiero que alguien aguante mi estupidez tanto como mis momentos de lucidez (que son pocos). No me interesa el resto, me repugna. Alguien que tenga respuestas sencillas para mis dilemas comunes. Alguien al cual importarle.
No me interesas vos y tus arranques de calentura.
No me interesa que pienses.
Me interesa seguir mi corazón.
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