Escuché la frase del titulo por algún lado y me sorprendí. Me sentí identificada en ese preciso momento. Quizás las memorias valen mas de lo que creemos.. quizás vivimos sumergidos inevitablemente en las memorias.. hasta que aparecen un par mejores, y simplemente las sustituimos.
Yo vivo sumergida en el pasado, porque siempre me condena. Pero cuando estoy en una situación límite, esas que no sabes si se vuelven a repetir, esas que son preciadas porque son tan únicas que vale la pena arriesgarse un 300%, ahí.. tomó la decisión fuerte y me tiro sin chequear la pileta.
Cuando uno esta acostumbrado a vivir con lo seguro siempre, no suele arriesgarse mucho. Es como cuando estas acostumbrad a que todo siempre venga a vos, a que tu vieja siempre te limpie la pieza.. no sé. Yo no estoy acostumbrada a que el amor siempre venga a mi, yo lo atesoro.
De repente me vi metida en una situación en la que entregué el corazón demasiado rápido. Lo entregué por dos monedas, y ya no lo puedo tener de vuelta.
¿Tendré salvación?, quizás necesito algo mas real, pero tengo miedo que a pesar de que lo intente.. nuevas personas no me llenen del todo. OJO, no me bloqueo, realmente tengo las chances y la mente abierta. Pero sé que ninguno va a ser él. NINGUNO.
Y quizás no haya pasado millones de días a su lado, quizás no haya pasado noches en su cama, ni películas en su sillón.. quizás no nos matamos a besos todos los días, pero sin embargo lo amo como si hubiésemos hecho todo eso y más. Lo amo y me encantaría decírselo en el rostro, tenerlo a mi lado.. mirarlo a los ojos y sentirlo mío. Lo amo como la primera y última vez que fuera a hacerlo. Dios mío, intento olvidarlo, pero ¿cómo hago cuando lo amo?
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