Llegaron a la puerta del hotel, y sin mas ni menos, sin esperar deseos, Lucrecia besó sus labios fuertemente hasta que doliera. No quería recibir una respuesta de él, solo exprimir su amor por si ya no hubiese otro beso de despedida. Asustado, la miró y le dijo "que te pensas, que te vas a librar de mi tan rápido".. una calma poco conocida para el mundo, se adueño de su cuerpo, mente y corazón. "Todavía no, nos quedan un par de días" le respondió.
Ambos sonrieron y marcharon a lados opuestos.
Ya en el hotel, se sentó en el lobby a ver los autos pasar. La ciudad estaba soleada pero gris, como siempre la imaginó. Su celular suena con aquella canción que siente que los identifica a los dos y puso por adoración a él. Es un mensaje.. un mensaje de alguien que la amaba, tan solo decía "mañana, a la misma hora, te besaré". Sonrío pícaramente y suspiro. Sabía que el amor no acabaría de repente, y que quizás esta era su chance.
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