El juego caótico mental los hizo cometer una locura, y ahora estaban sumergidos en el amor al 100%. Se amaban, sin mas ni menos, se amaban. Con desprecio y maltrato, con asco.. se amaban. Mas que nadie, mas que todos. Se amaban.
Él sostuvo sus dos manos y la miro fijamente a los ojos, sus labios exclamaron justo lo que ella quería oír: "lo nuestro es tan para siempre que es imposible". Quizás es una frase con doble significado, pero su cerebro no le permitió pensar demasiado, ya que unos labios estrepitosos y pasionales chocaron contra los suyos y se convirtieron en los besos mas ricos de la existencia de un ser humano. Besos que prometía un mañana lejano y un presente de seguridad.
A ella verlo bien, le hacía tan bien. De él no podía escapar, porque era su reflejo y caminaban a la par.
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