sábado, 21 de enero de 2012

Hace algún tiempo que no tengo paz.

En el medio de un fundido abrazo, momentos sin expectativas tan reales nos miramos y supimos que era el verdadero momento para hablar. Como si el rencor se hubiese ido, con el corazón al vacío. Sentados en algún parque secreto, en alguna parte del mundo, siendo minúsculos, siendo hormigas vistas desde un avión, siendo quienes teníamos que ser, dándole explicaciones al destino.

- Me cansé.
- De que?
- De todo, de estar bien, de ser fuerte, de creer.
- Sonas como si hubieses sido lastimada.
- No jodas.
- Ya entendí.
- ...
- Tenes que dejarlo ir, bel.
- ¿Cómo dejar ir algo que nunca hablamos? Yo no puedo hacer un chiste y reírme de algo que todavía duele, y lo hago igual, me la banco, me trago el dolor, la desilusión, pensando que mañana va a estar mejor, que quizás algún día ni me acuerde. Y no, y lo sigo recordando, te sigo pensando, sigo cuestionando, y más que nada, nos sigo extrañando. Entonces, no me digas que lo tengo que dejar ir, no me digas que va a estar bien porque no, no está bien, no va a estar bien. Porque estamos jodidos, porque estoy jodida.
- ...
- Vos vivís tu mundo como si lo que hicieras no importa, pero yo tengo tan claro que lo hago importa, lastima, sorprende, enoja, que me da miedo ser yo misma, me da miedo intentar porque alguien por actuar sin pensar me lastimo a mí. Yo no puedo decirle que pensar a mi corazón, no puedo controlarlo. No está bien.
- Fuimos un relámpago en el curso de una tormenta, no sé porque no podes dejarlo atrás.
- Porque ése relámpago que vos viste de lejos, desde una ventana, yo lo sentí en el cuerpo y me quemó...dejándome cicatrices. Vos una vez me dijiste que no te importaba lastimar gente, pero que te sentirías muy mal lastimándome a mí, porque era una de las pocas personas por las que te preocupabas, una de las pocas personas que no te chupaban un huevo. Y acá estoy, haciéndome miles de preguntas que nunca vas a ser capaz de responder. Nunca. Me cansé, me canse de decir que estoy bien, me cansé de decir que ésto esta bien, porque ni yo estoy bien, ni ésto lo está. Pero vos seguís con tu mundo, con tu vida, seguís andando sin extrañar a nadie ni nada, sin escrúpulos, sin preocupaciones ni consecuencias. Sin asumir. Pasas el tiempo convirtiéndome a mí, indirectamente, en vos.
- ¿Y qué se supone que tengo que hacer?, ¿qué es lo que esperas de mí? ahora, ya.. ¿qué esperas?.
- Que alguna vez, vos, me puedas amar como siempre te voy a amar yo.
- Bel.. por favor, sabes que yo te quiero.
- El problema es que yo estoy condenada a buscarte siempre, en todos lados. Inevitablemente.


2 comentarios:

  1. Gran post :) y tambien me gusto el diseño de tu blog. Te invito de manera cordial a que visites el Blog de Boris Estebitan y leas un escrito mio "La Balada de Dracula", saludos cordiales y que disfrutes de este Domingo.

    ResponderEliminar