miércoles, 30 de mayo de 2012

Nada, esto.

Nunca te dije que antes de irme a dormir
me acuerdo un poquitito de vos,
de mí,
de nos.

Mi instinto femenino me dice que vos también lo haces,
y me gusta.
Me gusta esto,
creo que ya lo dije demasiado.

Estoy en los albores de un sentimiento,
del que tan solos los recuerdos,
me hacen reír.
Reír bien, reír sana.

Viceversa.


Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte 
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte 
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

Mario Benedetti.

lunes, 28 de mayo de 2012

Therapy.

Salió corriendo del pub y se dirigió al río, la noche estaba atascada en uno de sus peores llantos, y ella estaba atormentada por la falta de sentimiento y memoria.
Corrió sin rumbo hacia algún lugar que le fuera familiar, y se sentó en un escalón a sentir la lluvia golpetear violenta y silenciosamente sobre su nuca. Sus ropas ya estaban empapadas, pero su corazón revivía a medida que lo regaba con el agua divina de la atmósfera.
Una mano seca tocó su espalda, y asustada miró hacia atrás.
- Acá estas.
- Perdón.. solamente necesitaba sentir.

Aquél subió al escalón, cerrando el paraguas mientras se sentaba a su lado.
Esperó que su acto fuera desencadenante de los recuerdos, o al menos, de amor.

domingo, 27 de mayo de 2012

Me Gusta


Me gusta que él vea en mí la mujer que siempre quise ser.
Me gusta aparentar ser una mujer fuerte y poder derrumbarme con él,
que se dé cuenta que ser fuerte, no es un sinónimo de no sentir.
Me gusta que mi locura no lo asuste,
Que me preste atención hasta cuando creo que no lo hace,
Que escuche hasta la coma que no digo.
Me gusta su sonrisa y sus ojos, el hecho que no sepa que tan bello es,
Me gusta recostarme en su pecho y verlo reír,
Me gusta hacerlo reír.
Me gusta la idea de sentirme así por siempre.
Me gusta sentir el latido de su corazón y como se acelera cuando lo miro.
Me gusta sostener su mano y que encajemos tan prefectamente.
Me gustan sus dedos más cortos que los míos.
Me gusta su barba que crece a las 12 horas, y que pincha.
Me gusta su forma extraña de caminar,
el positivismo que mantiene para con los retos.
Me gusta que no se quede en lo que sabe y busque retos.
Me gusta su perfume, que al olerlo me hace sentir en casa.
Me gusta conocer su respiración.
Me gusta que cuando pensaba que nadie me prestaba atención, él lo hacía.
Me gusta que recuerde lo que digo, hasta cuando yo no lo hago.
Me gusta pensar qué inesperado que fue nuestro amor.
Me gusta saber que pensaba en mí antes que yo lo viera.
Me gusta haberlo podido ver, a tiempo.
Me gusta sentir su piel sobre la mía.
Me gustan sus besos.
Me gustan sus secretos.
Me gusta que no se asuste cuando develo mis miserias implícitamente.
Me gusta que me diga que todo va a estar bien,
Me gusta cuando me advierte que lo malo ya pasó.
Me gusta que conmigo sea feliz.
Me gusta cada uno de sus poros.
Me gusta no poder listar la cantidad de cosas que me gustan de él. 
Me gusta quererlo.. tanto. 

viernes, 25 de mayo de 2012

10 años atrás.

Extrañamente él se encontraba en un lugar así, tenía aire a antro y malas juntas, pero tenía energía de pasión y ferocidad. De repente se dejan sonar unas campanas, rebotando sus ondas en el vacío, indicaban el comienzo del primer ring.
Su curiosidad lo llevó a la muchedumbre y allí la vio. Extraña, inquieta, libre. Algún ritmo electrónico empezó a sonar y los cuerpos comenzaron a moverse, abrumados de excitación, alentando. Su cintura parecía quebrarse en miles de pedazos y volverse a construir, parecía un rascacielos sin huesos que latía al compás de la música.
Aquella mujer lo intrigó hasta varios días después de conocerla, bailaba con una sazón irracional. Desnudaba su alma, ella sola junto con la música, en una burbuja.
Las 3 noches siguientes su vida consistió en asistir a mirar la muchacha bailar, entre la multitud, escondido, lleno de éxtasis visual.
Un día lo notó, mirándolo fijo con sus ojos azules, manteniendo su sonrisa por 3 segundos que parecieron eternos.
Acercándose con la gracia de un cisne llegó a dos centímetros de sus labios y respiró el aire que su cuerpo exhalaba frenéticamente. Sus dulces ojos color cielo lo miraron desde lo bajo, tenía una aire de ingenuidad penetrante. Tomándolo de la mano lo arrastró desde los suburbios hasta la pista y, sin apartar la mirada de sus ojos color ámbar, tomó su mano y la poso sobre su cintura. El tacto sobre tal suave piel lo estremeció, haciéndole temblar la espina dorsal.
Sus cuerpos comenzaron a nadar en el aire al compás de la música, él siempre había sido una roca para bailar, pero el amor hace magia. Se pertenecían.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Postales diarias 2.



"Mis terrores presentes son menores que las cosas terribles que imagino" - Wiliam Shakespeare, Macbeth.






martes, 22 de mayo de 2012

365d después.


Ella sonríe y la cicatriz que reside en su nariz se vislumbra.
Está sentada en un sillón blanco del siglo XIX,
con el corazón en las manos y su cabeza en las nubes.
Él tiene las expectativas a flor de piel.

Ninguno de los dos sabe que hacer.
Pero saben que se quieren tener.
Siempre se quisieron tener.
Me haces reír de felicidad.


No Man Is An Island


Darme cuenta que no soy invencible,
Que soy vulnerable,
Que las cosas sí pueden estar mal,
Que está bien que no pueda manejarlo todo.

Human after all.


Uh Oh.


I keep waiting for the moment to burst, it ain't comin' but it's getting close. 
Wishing that the stars collide lies my hope to the freedom I'm never gonna have. 
I'm looking for something bigger, losing my soul tonight.

lunes, 21 de mayo de 2012

Memorias de Ernesto.

Con gran parte del mal humor que cargo ahora, y bastante frío en los deditos del pie, empiezo.
"Memorias de Ernesto" no es un texto sobre algún abuelo, chongo, pariente; son las memorias de mi yeso, que sí, se llama Ernesto en honor a la maravillosa obra de Oscar Wilde.
Sí, bizarro y hasta puede llegar a rozar los límites del patetismo, pero yo no puedo sobrevivir 30 días con éste yunque sin sacarle fruto de alguna forma. Asimismo, sabiendo que soy torpe, pueden darse a lugar anécdotas que no me gustaría olvidar.
Y como tiendo a olvidar, acá estoy.

domingo, 20 de mayo de 2012

Ave Fénix II

Ave Fénix I

Mi instinto de protección hizo que automáticamente mirara hacia la cama. Me sentía avergonzada, fugitiva, como si ese mensaje fuese algo que mi conciencia clasificaba como pecaminoso.
Dos años de tranquilidad era mucho para que fuera tan real. Iba a volver.

La última vez que lo vi, recuerdo que fue un día lluvioso y en el ambiente nos acompañaban frías luces de hospital, un suero y una bata desagradablemente impersonal. Se notaba la tensión y el miedo, el miedo a perdernos. Tenía que ser sometida a una operación que implicaba el riesgo de perder mi vida y mi nivel de nerviosismo se comparaba al día que lo vi por primera vez en la calle. No sé que se me pasó por la cabeza al pedir que esté ahí, pero algún retazo de amor quedaba en su sistema, como para acudir a mi llamado. De amor, o de culpa.. ¿quién sabe?. Mientras la anestesia hacía efecto, sus cobrizos cabellos residían sobre mí, mientras su cálida y gran mano, que siempre me pareció una invitación al pasado, me sostenía.
Mi cabeza estaba reposada sobre su pecho, y podía sentir su corazón latir furiosamente, podía sentir su pánico correr por las venas. Él sabía que yo podía morir, lo sabía él y cada fibra de su ser. Tenía miedo, por vez primera, de perderme. Claramente la muerte era la única forma que eso sucediera.

- Manos frías, no cambias más vos.
- Me voy preparando para el otro mundo.
- No jodas con eso.

Me gustaba tentar a su terror, sentir su preocupación ante mi desaparición física de éste mundo. Me sentía importante, como si por un minuto minúsculo tuviese el poder de hacerle prometer que me diera el mundo. Claro que era solo una sensación. Yo no quería morir. No era mi plan.
"Morir para obtener su amor" parecía un lema un poco patético para mi gran orgullo, que ya había recibido varios golpes gracias a él.

La enfermera entró a la habitación con su cajita azul, que casi siempre contenía pastillas o jeringas (las temidas y azarosas jeringas).  Es hora de la anestesia - dijo, mientras salía a llamar al especialista. Bien, un solo pinchazo más por ese día.
Se levantó de la cama y me dejo sola, con un sentimiento de vacío un poco extraño. Atinó a darme un beso en la frente, con la cara ojerosa y su barba de dos días.

- Todo va a estar bien.
- Qué frase cliché!
- ¿Todo va a estar de puta madre?
- Muy mexicana.
- Volvé con actitud Rock 'n Roll nena.
- Esperáme.
- ¿Dónde más voy a estar?.

Gerardo, el anestesista, entró y despachó a cualquier acompañante de la habitación. Era hora de dormir. El domador se sentía incómodo con la presencia del pasado en la habitación, lo sentía como un San La Muerte, pero para nosotros dos. No entendía la conexión mística y especial que nos envolvía. Pero lo respetaba, porque su amor era flexible y perenne.
El procedimiento duró unas 3 horas, y todo salió excelentemente bien. Como era esperado, mis jóvenes 19 años ayudaron a mi recuperación más pronta que tardía. Pero él jamás volvió a aparecer por la habitación, o mi vida.
Según los últimos ojos que lo vieron, se marchó poco después de que yo entrara a cirugía, dejándome una carta que jamás encontré, dejándome la certeza que siempre ignoré.

Ahora había vuelto.

Ave Fénix I

El año había pasado corriendo, con la furia de un Huracán. Sentía que finalmente había empezado a vivir, a sentir todo ello con lo que alguna vez soñé, había dejado mis mañas cascarrabias de lado porque había encontrado al hombre que domó la bestia, al hombre que me hacía mejor mujer.
Si la vida es una sucesión de personas que pasan hasta que uno finalmente encuentra al correcto engranaje, éste se podía decir que es el momento, y que agradezco que mi línea de candidatos fue corta.
Mi vigésimo primer cumpleaños se acercaba, y junto a él una nube de responsabilidades comenzaba a derramar gotas sobre mi cabeza. Trabajo, carrera, estudio, años, amigos. Todo sonaba más importante de lo que parecía a los 15 años. Y sí, estaba bien.. eso es crecer. O al menos eso nos hacen creer.
Muchas veces (y por mucho, digo siempre), tengo la sensación que la vida es una casete que se repite una y otra vez, pero en diferentes personas. Muchos de mis amigos me cuestionaron por ser parte del sistema. A veces me lo cuestiono yo también. Cada vez, termino creyendo que no tengo otra opción. Pobre de mí.
Mi lista de cosas para hacer antes de morir está mitad completa y mitad vacía. Me alegra poder llegar a una edad tan significativa sabiendo que hay muchas tildes en ella, sabiendo que hubo ciertos momentos en mi vida en los que yo tuve el control.
Jamás supe por qué los 21 años son tan importantes. En Estados Unidos inicia la cultura alcohólica de los jóvenes, supongo que es un hecho para celebrar. En Argentina, gracias a la modificación de varias leyes, simplemente finaliza la manutención por parte de los progenitores.. pero seamos honestos ¿cuántos tienen un trabajo a esa edad?, ¿cuántos se han si quiera recibido?. Exacto, no marca nada trascendental y aún así, define una era. Supongo que en cierto lado, es mera costumbre pseudo-legislativa.

Y acá estoy yo.

Todo iba a desarrollarse normalmente, iba a tener esas grandes fiestas de cumpleaños que yo solo sé organizar (bueno, yo y mi mente confabuladora que está pensando en ello seis meses antes). Mi vestido clásico de lentejuelas estaba colgado en el placard, el domador estaba durmiendo en la cama, paciente y yo me encontraba en pleno alba revisando mails. Cuando mi celular vibro frenéticamente.
Era él. Aquel pasado que siempre vuelve, como el sabor ácido al repetir una comida, como la raíz en una caballera teñida.

"¿Adivina quien está in town?" eran las 5 palabras que brillaban frente a mí en la oscuridad de la habitación.


Me volví a sentir muerta.
Hace mucho que no me siento frente a una hoja de papel, en blanco, y dejo que mi mente simplemente vagabundee por mi vasta imaginación. Los últimos infortunados eventos de mi vida me han dejado postrada en cama y con muchos apuntes por leer, como si todo formara parte de un plan místico para que finalmente estudie y me ponga al día con mucho.

Nadie se percató de algo muy muy importante: ¡Ese tiempo también se puede utilizar para escribir!
Volveré a ser millones de posts.

Promesa de lisiada a sus lectores.

jueves, 17 de mayo de 2012




So much, so young, I’ve faced on my own
Walls I built up became my home
I’m strong and I’m sure there’s a fire in us.

viernes, 11 de mayo de 2012

Wait?

¿Qué si por un minuto dejas de ver lo que muestro, lo que vendo y encontras en un atisbo de mi iris un poco de lo que realmente corre en mis venas?, mi cabeza está dando vueltas hace un tiempo ya, y no me importa mucho. En el fondo somos tan iguales que da asco, porque si fuéramos diferentes, si fueramos.. sería distinto. Pero estamos ahí, sentados, esperando que algo en la vida nos sorprenda, nos despierte. ¿Qué si despertar es dejar de esperar, y nosotros no podemos entenderlo?
Me gustaría que mi ansiedad no golpeé la puerta todos los días, que la gente no me lea, que no me sienta. Pero hablo de cosas malas como si nada bueno me haya pasado. Quizás.. quizás no mucho bueno me paso en el momento correcto, pero todo es cuestión de actitud. Necesitamos a gritos actitud que nos haga entender que éste es el momento que tanto buscamos, éste, el que tenemos ahora, vos y yo.
El alcohol atrae mis miserias más profundas, pero también los deseos que escondo el los lugares más recónditos de mí, esos que ni yo puedo ver o saber. Me gustaría que sepas eso.

jueves, 10 de mayo de 2012

Que me está tentando.

Siempre buscando una razón para ser mejor, hoy, caminando por la ciudad, con sus luces, sus arboledas, el río, el viento, la esperanza, me hicieron entender. Vivo hablando de mí, y nunca es suficiente. Tengo historias que contar, tanta imaginación, muerte y vida encerradas acá adentro. Vivo rodeada de gente, y siempre me siento sola, incluso cuando estaba de novia.
Pensé que encontrar a alguien que te amara incondicionalmente era la clave para ahuyentar todo lo que no debía estar, todo lo que me atormentaba. No, no era así. Todo seguía ahí, yo no sentía y no podía hablar. ¿Por qué no puedo hablar?, me fundo en mis silencios y apago mis pupilas esperando que al encenderlas todo se haya ido.
Eso me gustaba de estar enferma cuando era chica, dormir y despertarme sana. De alguna forma transpolé sentimientos y sensaciones a mí vida sentimental, espiritual.


- ¿Y qué onda con quererte? - Me dijo alguna voz en los caminos de la vida.


¿Y cómo quererme? Me pregunto todos los días.

lunes, 7 de mayo de 2012

Gilmore Girl.



Títulos, títulos!


No voy a escribir siempre cosas lindas. Caras lindas son las que pongo día a día, el ser humano a veces necesita desnudarse y mostrar un poco sus heridas, lamiéndolas con palabras para que curen.
Nada, eso.
Extraño escribir largo y tendido,
Pero no tengo ganas.
Ni inspiración.
¿Qué estas pensando?
¿Qué te está pasando?