martes, 22 de mayo de 2012

365d después.


Ella sonríe y la cicatriz que reside en su nariz se vislumbra.
Está sentada en un sillón blanco del siglo XIX,
con el corazón en las manos y su cabeza en las nubes.
Él tiene las expectativas a flor de piel.

Ninguno de los dos sabe que hacer.
Pero saben que se quieren tener.
Siempre se quisieron tener.

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