domingo, 26 de diciembre de 2010

El día después.

Ahora que paso la navidad y todo ese odioso, pegajoso y meloso clima navideño, donde abundan los deseos de "amor, paz y prosperidad" (cuando todos sabemos que va a seguir siendo exactamente lo mismo y quizás incluso peor) pedorros y cliches, donde la gente que mas te odia te incluye en la cadena de mensajes y para variar LOS ESCRIBE EN PLURAL sin darse cuenta (si vamos a hacerla, hagamosla bien muchachos) y tu madre no te deja salir porque "tenes que quedarte para festejar en familia"..

ACLARACION: celebración de familia consiste de los 4 de siempre que se miran la cara todas las noches y que en vez de comer como es habitual pegados a un televisor riendose de algo sin sentido o mirandonos las caras, ponen un mantel rojo y sacan los platos para "ocasiones especiales" para que a las 11.45 ya se esten dando los "regalos" (que son claramente simbólicos, porque 5 o 6 bombachas NO SON regalo mamá) y 12.03 tu papá ya este durmiendo y tu hermana en la pc al igual que yo. Es decir, celebraciones familiares truchas y desconsideradas.
...por ende cargas un humor asqueroso y empezas a odiar la navidad porque sabés (aparte de que en el fondo es una actitud de resentida) que todos la estan pasando brutal: menos vos.
Intentando llegandar a mi punto me perdí. En fin, lo bueno de la navidad es aquello que es escaso, como por ejemplo las buenas cenas familiares, los buenos regalos/regalos sorpresas que nunca pasan (porque a partir de que te das cuenta que papa noel NO existe y tu madre te lleva a medirte los regalos para ahorrar tiempo y momentos de cambio: los familiares ya no tienen que venir hasta tu casa para tenerle la vela a tu vieja que esta hinchada las pelotas de que le preguntes como hace papa noel para llegar a tu casa si no tenés chimenea, o cuando fue que vino que no lo viste dejar los regalos - y que te respondan "cuando fuiste al baño" y sientas un vacío enorme por no haber visto al gordo) también estan los balcones llenos de luces navideñas.
SI, esas pequeñas cosas que uno admira cuando deja de mirarse un poco el ombligo mientras camina en la calle y levanta la cabeza al cielo. Los balcones llenos de luces de navidad me encienden el alma y no se porqué. Será que cuando era chica (y no había tantos edificios) me encantaba mirarlos desde la cocina - ahora ya no se puede porque el vecino nos levanto un hermoso tapial y la palmera sigue creciendo...pero aún asi, cuando los miro consiguen sacarme una sonrisa instantanea. Es como que me despejo, salgo de mi cabeza y me quedo perdida (actitud flashera) mirando las luces, admirandolas.
Además, me alegra saber del hecho de que hay personas que no solo decoran su casa en el interior para ellos y/o sus invitados sino que también lo decoran del lado de afuera, para que los demás vean (o quizás a mi me gusta pensarlo de esta manera...vaya uno a saber).
Solía subir de chica (cosa que aún hago) a la terraza para ver todos los balcones iluminados (y hablar con las estrellas.. nunca fui muy normal), y me hacían (hacen) muy feliz!.

Supongo que después de todo, la navidad no tiene un lado TAN malo.


Balcones decorados en New York City babe.. ahi si que la pasaría bien. Definitivamente

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